NO ME QUEDARÉ PEQUEÑO MAMÁ


NO ME QUEDARÉ PEQUEÑO MAMÁ


Disfrútame mami, disfruta mi niñez. Crezco rápido, más rápido de lo que crees. Tu no te das cuenta. No siempre me levantaré por las noches llorando porque quiero estar a tu lado, o simplemente para que tu o papá me den un abrazo, un abrazo de esos que se llevan mis miedos. 





A veces, cuando paseamos juntos, mis pies pequeñitos se cansan de andar y pido que me cargues, se que tu también estás cansada… pero disfruta de tenerme así, pronto creceré y ya no necesitaré tus brazos. Otras veces me quedaré dormido en el trayecto del coche y me apoyaré en tu hombro dormido mientras me llevas a casa. Es uno de los momentos en que me siento muy conectado contigo, durmiendo en tus brazos. 





Pronto creceré mamá, y ya no tendrás que ver ni limpiar mi cara sucia de helado o chocolate, esa que te hace tanta tanta gracia. Algunas veces lloro y me enfado porque no me dan lo que quiero, tenme paciencia, estoy aprendiendo a tener mi propio carácter, guíame, acompáñame, pero no me grites ni me pegues por ello. Recuerda que a veces, tus besos mágicos lo arreglan todo. 


No me quedaré pequeño siempre mamá, 

pero te aseguro, que cuando crezca, 

te seguiré amando!

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Bendición del hogar

Te paso la Bendición de Dios, 
pásala a todas las manos que puedas. 
No te quedes con ella





Dios mío!, bendice mi casa, para que sea el hogar del amor y la paz.

Bendice, la puerta abierta como dos brazos extendidos que dan la
bienvenida a mis invitados.

Bendice, las ventanas que dejan entrar el sol a raudales cada mañana,
y por donde se asoman las estrellas del firmamento, que son luces de
esperanza para la humanidad.

Bendice, los muros que nos defienden del viento, del frío, del calor,
y que son nuestros amigos en las horas que pasamos en la casa.

Bendice, nuestra mesa, y los sitios de trabajo diario para que nos
ayudes, y el lugar de reposo para que nos guardes del peligro.

Bendice, el techo que cobija los afanes de hoy, y los sueños de
mañana, y que guarda para siempre entre los vivos, la memoria sagrada
de los que se han ido al cielo.

Bendice, la luz de la casa, la madre, la fuerza, y el aliento..... el
padre, y que sean benditos los hijos, luz de esperanza, y de sueños
futuros.

Bendice, los sentimientos, las ternuras, el amor, los anhelos que
florecerán en nuestras vidas cotidianas.

Bendice, nuestros pensamientos para que siempre sean puros, y las
palabras para que sean rectas, y que nuestros actos en la tierra nos
conduzcan a TÍ.

Bendice nuestras horas de paz y de silencio, para que fortalezcamos
juntos nuestro espíritu, y este nos lleve puros hacia TÍ.

Bendice, nuestros dolores más profundos, y nuestras alegrías porque
son el corazón de la familia.






¡SEÑOR!, QUÉDATE SIEMPRE CON NOSOTROS.... . 
EN TU MORADA..... 
EN NUESTRA CASA!
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